Anteriormente platicamos sobre los síntomas del vértigo así como las maniobras para su diagnóstico y ahora lo haremos sobre cómo se resuelve.
Es importante mencionar que esto lo debe realizar un profesional de la salud capacitado en medicina vestibular ya que si se realiza por cuenta propia el problema puede empeorar ya que podríamos realizar mal el tratamiento al mover las otoconias a diferentes canales.
El proceso para el tratamiento del VPPB es:
Evaluación vestibular y funcional: primero debemos descartar otras patologías de origen central o periférico para poder realizar el tratamiento correspondiente.
Diagnóstico de VPPB: una vez que se ha confirmado que se trata de un VPPB hay que diferenciar cuál de los 3 canales semicirculares está afectado ya que para cada uno el tratamiento es diferente. Esto lo haremos gracias a una prueba de evaluación con la cual evocaremos el vértigo para observar de cerca el movimiento de los ojos que genera esto (nistagmo).
Maniobra de reposicionamiento:normalmente el último paso de la prueba diagnóstica es el punto de partida de la maniobra de tratamiento pero esto puede variar dependiendo del caso. Aquí se mueve la cabeza y cuerpo del paciente de tal forma que las otoconias sueltas en el canal semicircular afectado regresan a su origen.
Cuidados post-maniobra: descansar durante el día y dormir semisentado durante la noche solamente como precaución. Según la evidencia científica, ya no es necesario usar un collarín después del tratamiento aunque esto queda a reserva de lo que indique su terapeuta/médico. Puede retomar sus actividades cotidianas con normalidad.
Reevaluación: después de 24-48 horas podemos reevaluar la sintomatología y en caso de ser necesario, otra maniobra de evaluación. En un 85-90% de los casos el VPPB se resuelve con 1 maniobra; en caso de aún tener síntomas, se realizará de nuevo el tratamiento dependiendo de los hallazgos del profesional de la salud.
Es posible que en los días posteriores al tratamiento note que ya no presenta el vértigo pero sí siente mareo, inestabilidad al caminar, etc. Esto es normal como síntomas residuales pero es importante mencionarlo en la consultar para poder realizar los ejercicios de seguimiento correspondientes y con esto resolverlo.
El VPPB puede llegar a ser muy incapacitante para la vida diaria ya que evita que nos movamos como normalmente lo hacemos, por eso la recomendación siempre será acudir con un profesional capacitado para retomar nuestras actividades lo más pronto posible.